La "complicidad positiva" es la actitud consciente de "ponerse del mismo lado del escritorio" de quien tenemos al frente, tratándolo como deseamos que nos traten y al mismo nivel. Es la importantísima habilidad de generar empatía para cooperar amistosamente con otros, tratándolos con familiaridad y sencillez.
"Complicidad positiva" logramos cuando somos capaces de reconocer a todos como a nuestros iguales, sin diferencias de "rango" y sin ponernos por encima o debajo de nadie. Es tratar a todas las personas con las que nos relacionamos con respetuosa confianza y sin barreras mentales que condicionen nuestra cercanía. Esa actitud habla mucho de su seguridad en sí mismo.
Por el contrario, los inseguros o arrogantes necesitan acudir a su "estatus" para marcar su "superioridad" frente a otros. Creen, erradamente, que tratar a todos como a sus iguales les resta "autoridad" o prestigio. Creen que impresionando a otros con lo que son o tienen lograrán aceptación y aprobación.
Quienes tratan a las personas con respeto son los primeros en obtener respeto. Es claro que a mayor desarrollo mental y emocional, mayor la capacidad de relacionarse positivamente con gente de diversos sectores, culturas, costumbres o educación.
La actitud de establecer la "complicidad positiva" es cada vez más importante para el liderazgo, en los negocios y la vida en general. En una realidad que valora cada vez más la integridad de las personas, la inteligencia emocional y la capacidad de establecer relaciones sin importar el origen o estatus, es un factor diferenciador muy importante.
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