TAYLOR


Ingeniero estadounidense, que promovió la organización científica del trabajo. De esta manera se instauraron las tareas reduciendo al máximo los tiempos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad, y estableciendo un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de producción estimado, entre otras cuestiones. Para el contexto histórico en que se desarrolló el taylorismo, representó un gran adelanto y una gran innovación frente al sistema.

A favor de la industria
Nació en la ciudad de Germantown (Pennsylvania) el 20 de marzo de 1856 y murió en Filadelfia en 1915. Se crió en el seno de una familia acomodada. Debido a un problema en la vista Frederick tuvo que abandonar sus estudios universitarios de Derecho, y a partir de 1875 empezó a trabajar como obrero en una empresa industrial siderúrgica de Filadelfia.

Luego pasó a dirigir un taller de maquinaria, donde observó el trabajo de los obreros que se encargaban de cortar los metales. Como consecuencia de esta observación Frederick Taylor tuvo la idea de analizar el trabajo, descomponiéndolo en tareas simples, las cuales serían cronometradas de forma estricta, además de exigir a los trabajadores la realización de las tareas necesarias en el tiempo justo.

Taylor se recibió de ingeniero y comenzó a trabajar, de 1898 a 1901, como ingeniero jefe en una gran compañía siderúrgica de Pennsylvania (Bethlehem Steel Company). él pudo armar un equipo con el que desarrolló sus métodos, completó sus innovaciones organizativas con descubrimientos puramente técnicos (como los aceros de corte rápido, en 1900).

Asimismo publicó varios libros en los que defendía la organización científica del trabajo, siendo el principal "Principios y métodos de gestión científica" (1911).

Este análisis del trabajo permitió organizar las tareas de tal manera que se redujeran al máximo los tiempos por desplazamientos del trabajador o por cambios de actividad o de herramientas; y establecer un salario a destajo (por pieza producida) en función del tiempo de producción estimado, salario que debía actuar como incentivo para la intensificación del ritmo de trabajo.

A esta idea de analizar el trabajo le siguió una serie de estudios analíticos sobre tiempos de ejecución y remuneración del trabajo. Sus principales puntos fueron determinar científicamente el trabajo estándar, para así crear, además de una revolución mental, un trabajador funcional.

En su estudio los principales puntos que tuvo en cuenta fueron los siguientes: estudio de tiempos, estudio de movimientos, estandarización de herramientas, departamento de planificación, principio de administración por excepción, tarjeta de enseñanzas para los trabajadores, reglas de cálculo para el corte del metal, el sistema de ruteo, métodos de determinación de costos, selección de empleados por tareas, incentivos en caso de terminar el trabajo a tiempo.

Hay que saber que antes de las propuestas de Taylor los obreros eran responsables de planear y ejecutar sus labores; por lo que se les encomendaba la producción, teniendo ellos la libertad de realizar sus tareas de la forma más correcta según su parecer. Por lo tanto, se debe reconocer que representó el sueño de una época, ya que a principios del siglo XX en Estados Unidos imperaba el hecho de alcanzar la mayor eficiencia posible, cuidando el medio ambiente, unido a esto una explosión demográfica acelerada en las ciudades, una demanda creciente de productos y el pesar de la guerra. Es por eso que los principios de Frederick Taylor, en ese momento, representaron un gran adelanto y una gran innovación frente al sistema.

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