Morgan llega a diferenciar hasta ocho imágenes, que paso a describir esquemáticamente
La Organización como máquina
Las organizaciones que usaban máquinas se fueron pareciendo cada vez más a ellas. El trabajo es metódico y repetitivo. La rutina debe ser realizada con alto grado de precisión y las funciones están preestablecidas. Se concibe la organización como máquina y por lo tanto se espera que ella funcione como tal: en forma rutinaria, eficiente, exacta y predecible.
Las organizaciones como organismos
Concebir las organizaciones como organismos implica reconocerlas como sistemas vivos y como sistemas abiertos, existiendo en un medio ambiente del cual dependen para satisfacer sus variadas necesidades. En tal sentido, la dirección de las organizaciones puede aumentarse generalmente a través de una sistemática atención a las necesidades que ella debe satisfacer para lograr su supervivencia.
La organización como cerebro
Dos concepciones han tomado especial importancia: el cerebro como sistema de información procesable; y el cerebro como sistema holográfico.
Como sistema de información procesable el cerebro ha sido concebido como un sistema de control similar a un complejo ordenador; como una central telefónica transmitiendo información a través de impulsos eléctricos; como una sofisticada biblioteca o
banco de memoria de almacenamiento de datos de entrada y salida; como un complejo sistema de reacciones químicas que trasmite mensajes; como una misteriosa “caja negra” que conecta estímulos y comportamientos; como un sistema lingüístico operando a través de un código neural que transforma la información en pensamientos, ideas y acciones por medio de reacciones químicas y eléctricas.
Como sistema holográfico, el cerebro está en capacidad de registrar información de un todo acumulando todas las partes. Se plantea entonces que el cerebro funciona en concordancia con los principios holográficos: la memoria se distribuye a travé
s del cerebro y puede reconstruirse desde cualquiera de las partes.
Las Organizaciones como sistemas políticos
Desde esta perspectiva, la organización se concibe como un escenario de poder donde convergen diferentes intereses, la mayoría de las veces en conflicto. El poder es en general el medio a través del cual se resuelven los conflictos, y con él se busca controlar los procesos de decisión.
Cuando se habla de “intereses” se alude a un complejo equipo de predisposiciones que abarca ambiciones, valores, deseos, expectativas y otras orientaciones e inclinaciones que conducen a una persona a actuar en una u otra dirección
La organización como prisión psíquica
La organización como una "prisión psíquica", es decir, como un sistema de autodefensa con procesos inconscientes y conscientes por el que quedamos atrapados en nuestros propios pensamientos e ideas. Por ejemplo, la organización diseñada como un modo de vida obsesionado por el control o la represión, el miedo a la muerte, la evitación de situaciones de ansiedad, etc.
La organización como un flujo o transformación que sigue una lógica del cambio basada ya en ver aquélla como un sistema autocreador de su propia imagen, ya como un resultado de feedbacks positivos y negativos, ya en fin según una dialéctica generadora de fenómenos opuestos.
La organización como un instrumento de dominación
la organización como un instrumento de dominación o imposición de voluntades, con el fin de explotar a los empleados, la comunidad e incluso la economía mundial para sus propios fines. Esta imagen ayuda a entender la radicalización de las relaciones entre la dirección y los trabajadores, y que acciones racionales desde la perspectiva de aquélla provoquen explotación desde la de éstos.